Cirugía Corporal
Rejuvenecimiento vaginal
[Plastia de labios mayores y menores, correción de cistocele, rectocele e incontinencia urinaria de esfuerzo]
El parto es un evento natural fundamental en la vida de la mujer pero puede ocasionar consecuencias negativas en la anatomía pélvica femenina.
Estas alteraciones de los tejidos pueden afectar al suelo pélvico, conformado por un conjunto de músculos, membranas y ligamentos que sostienen los órganos internos (vejiga, útero, recto, uretra).
Por lo general el compromiso de estos tejidos es moderado y no requiere tratamiento. Sin embargo, en ocasiones la mujer puede presentar situaciones incómodas que afectan su calidad de vida.
Efectos
Prolapso Genital
El prolapso genital es el descenso a través de la vagina de sus paredes, en ocasiones también de los órganos pelvianos. Hay diversos tipos y grados de severidad. Por lo general, la mujer lo identifica como una sensación de peso en los genitales o por la presencia de un aumento de volúmen evidente al hacer algún esfuerzo.
Este puede ser anterior (cistocele), posterior (rectocele), prolapso uterino o combinado.
La combinación de técnicas clásicas y modificaciones modernas en el tratamiento del prolapso permiten realizar una cirugía reparadora anatómica y funcional con excelentes resultados.
Amplitud Vaginal
Es la pérdida de tonicidad vaginal que se evidencia por una disminución o ausencia de sensación durante el acto sexual. Esta se puede traducir en la falta o dificultad para obtener el orgasmo vaginal y la disminución o ausencia de sensación del pene dentro de la vagina.
Incontinencia de orina por esfuerzo
Consiste en la liberación de orina al realizar algún esfuerzo como ejercicio, tos, etc. Si esta es leve puede tratarse con ejercicios pélvicos.
En casos moderados a severos se utilizan las técnicas de suspensión o la aplicación de mallas colocadas bajo la uretra. Solucionando de manera definitiva este problema que puede afectar la vida diaria de las mujeres.
Diagnóstico y Tratamiento
El diagnóstico de estos problemas se puede dar por las molestias ya descritas y que son motivo de consulta: sensación de peso o bulto genital, pérdida de orina, humedad genital crónica y sensación de amplitud vaginal. Por lo general debe complementarse con un examen ginecológico.
Cuando este trastorno es mayor y se produce descenso de las paredes de la vagina, el recto y el útero, el tratamiento es quirúrgico.
Igualmente, la amplitud vaginal puede ser corregida con técnicas clásicas y nuevas. Éstas permiten que las dimensiones anatómicas y funcionales de la mujer vuelvan a la normalidad.
Es muy frecuente que un número importante de pacientes tenga una patología asociada, es decir, que además del prolapso pueda tener incontinencia de orina. Todo puede ser solucionado en el mismo acto quirúrgico y por la misma vía.
Las intervenciones quirúrgicas que se hacen por vía vaginal tienen una excelente recuperación, con poco dolor y corto periodo post-operatorio.
Esto es favorable en aquellas pacientes que necesitan un rápido retorno a sus actividades diarias.